Incels, manosfera y la regla del 80/20: Manual para padres

El otro día me encontraba más aburrida que un semáforo en rojo a las tres de la mañana, así que encendí la tele y me puse a zapear. Nada, nada, nada… y de repente, una palabra nueva: INCEL. Algo de una serie que lo debía estar petando. "Ok, publicidad encubierta", pensé. Seguí zapeando. Pero la palabra se me quedó ahí, flotando en la mente como ese WhatsApp que dejas en leído pero no respondes.

¿Qué demonios será eso? Pues me puse a investigar y descubrí un fenómeno del que no tenía ni idea. Así que paso a describirlo para los que, como yo, viven en la luna de Valencia:

Resulta que el término "incel" viene de "célibes involuntarios" y lo inventó una mujer, Alana, en 1997. ¿Y qué hacía este grupo? Pues en principio, era una especie de primigenio Tinder para introvertidos, un foro de apoyo para gente con problemas para ligar. Hasta ahí, todo bien, un espacio para que los forever alone se dieran palmaditas en la espalda y se dijeran "tranqui, bro, no estás solo" y de paso ligar si se podía.

Pero claro, como todo en esta vida, la cosa degeneró. Y pasamos de un club de autoayuda a un club de "las mujeres son el demonio y nos han robado el derecho a tener sexo". Así, sin escalas. De repente, el grupo empezó a llenarse de tipos resentidos que pensaban que si no tenían novia, la culpa era de las mujeres y no, por ejemplo, de su falta de higiene personal o de su carisma de ladrillo o de su ineptitud a la hora de saber relacionarse con otra persona humana.

Y de ahí a los extremismos: aparece Elliot Rodger, que en 2014 decide que la mejor manera de solucionar su soltería es un tiroteo masivo. Luego llega Alek Minassian, que en 2018 atropella a 10 personas y deja un bonito mensaje en Facebook en honor a su ídolo Elliot. Porque claro, matar gente siempre ha sido un método infalible para atraer el amor.

Pero espera, que la cosa sigue. A partir de aquí aparece la manosfera, que básicamente es el club de los que querían ser machos alfa pero no llegaron, ofendidos por el feminismo. Dentro de esta joya de comunidad encontramos a los incels, los gurús de la seducción (también conocidos como vendehumos de manual) y los iluminados que creen en teorías pseudocientíficas sobre género.

Y claro, como cualquier club elitista, tenían que inventarse su propia regla sagrada: la regla 80/20. ¿Qué dice esta maravilla de la estadística inventada? Que el 80% de las mujeres solo se fijan en el 20% de los hombres. Claro, porque en este mundo solo existen modelos de Calvin Klein y el resto somos invisibles, ¿no? De toda la vida de dios ha habido una, podríamos decir, verdad empírica, “siempre hay un roto para un descosido”. Por si hay algún joven escuchando, esto quiere decir que seas como seas, siempre hay una personita por ahí que te complementa.

Vamos a ver, que hemos pasado de un foro de gente con problemas para socializar a una ideología que básicamente dice "las mujeres son malvadas y nos han robado nuestro derecho divino a follar como monos" Porque lo del romanticismo parece ser, no lo trabajan mucho. ¿Pero qué demonios está pasando?

Pues venga, aquí va mi teoría del caos:

1. Gobiernos y élites todopoderosas: Nos quieren divididos, distraídos y muy aborregados. ¿Cómo lo consiguen? Esto nos lleva directamente al punto número dos.
2. Redes sociales, el SOMA de hoy en día: Nos enchufan el TikTok en vena antes de aprender a decir "mamá". Resultado: niños zombis radicalizados que creen que la vida es un reality show.
3. Educación de chiste: Juntas críos de 12 años con casi adultos de 18, les das un móvil con acceso ilimitado a barbaridades, y luego te sorprendes cuando normalizan cosas que harían tener pesadillas horribles a tus abuelos.
4. Padres en modo "demasiado cansado para educar" y “mi vástago es el mejor”: Como la vida es básicamente pagar facturas, currar, comprar la última cosa de moda y sobrevivir, los críos acaban educándose con YouTube, TikTok y un algoritmo que decide qué ven. "Es que todos sus amigos lo tienen" traducción al castellano "Así el niño no me molesta".

¿Soluciones? Pues claro que hay, pero hay que querer aplicarlas, y ahí es donde entra el problema del punto número 1. Nos sueltan en el telediario que los menores de 16 no podrán tener redes sociales. JA. PERDONA QUE AUN ME ESTOY RIENDO. ¿Y qué van a hacer? ¿Crear una policia de Instagram? Por favor. ¿Quieres que esto funcione de verdad? Toma nota:

• Móviles sin internet hasta los 16. Sí, los móviles primigenios siguen existiendo. "Es que necesito saber dónde está mi hijo." Pues oye, el Snake sigue sin fallar y la batería dura una semana. Crio pillado con Smartphone, 3000 euritos de multa a sus adultos responsables.
• Registro en redes con firma electrónica. Niño menor pillado con cuenta en TikTok o lo que surga: doble multa a sus adultos responsables, por teléfono y por red social. A ver si así le vigilan en vez de darle vía libre con la excusa de "es que si no, se queda fuera".

"Eso es intervencionismo." Me diréis muchos. Lo que es intervencionismo es que ahora todo el mundo se eche las manos a la cabeza porque los chavales están más deprimidos que nunca subiendo la tasa de suicidio de forma alarmante y que se odian entre ellos porque no tienen ni idea de cómo relacionarse. Normal.

Porque al final, lo que tenemos es una generación frustrada, que no sabe gestionar sus emociones, que confunde Instagram con la vida real y que cree en reglas absurdas como la del 80/20. Y claro, como se han criado viendo influencers perfectos llenos de filtros con vidas perfectas, pues ahora todos creen que si no eres el guapo del 20%, no existes. ¿De verdad vamos a dejar que toda una generación se vuelta idiota?

Aquí lo que falta es menos redes y más libros, menos filtros y más relaciones cara a cara. Pero claro, eso cansa, ¿verdad? Mucho más sencillo mover el dedo gordo de arriba abajo. Es mucho más fácil quedarse en casa, poner un post incendiario y quejarse de que el mundo es injusto y que todo está en tu contra.

En fin. Si quieres empezar a abrir los ojos, te dejo una recomendación: lée junto a tu hijo "Un mundo feliz". Busca los paralelismos con el mundo real y hablar de ello. Cada día estamos más cerca de convertirlo en un documental.