12 de febrero: Medio milenio después y seguimos… igual?
Hoy 12 de febrero hace la friolera de 523 años, (para los de letras, en 1502), La reina Isabel la Católica se levantó con ganas de hacer historia y emitió un edicto que prohibía la práctica del islam en la Corona de Castilla. Si, si, lo que has leído, decidió que en Castilla solo había espacio para un único dios y prohibió la práctica del islam. Porque, claro, en la Edad Media, la diversidad era un concepto tan exótico como un cargador universal en 2025.
Ahora bien, ¿te imaginas qué pasaría si intentara hacer algo así hoy en día? Bueno, seguramente Twitter (perdón, "X") estallaría en llamas, habría trending topics como #CanceladaIsabel, manifestaciones, comunicados institucionales y hasta un par de influencers llorando en TikTok. Vamos, que la Reina acabaría haciendo un vídeo con musiquita triste diciendo: "Siento mucho si alguien se ha sentido ofendido", mientras la Inquisición de Internet decide si la quema o la perdona.
Pero bueno, echando la vista atrás, qué barbaridad lo que hemos cambiado, ¿eh? Lo que hemos evolucionado para unas cosas y lo gilipollas que nos estamos volviendo para otras, verdad? Mira, sin ir más lejos, imagínate explicándole a tu tatarabuelo algunas de las grandes maravillas del mundo moderno:
"Mira, yayo, en mi época te puedes ir de casa una temporada y cuando vuelves, ¡tachán! Descubres que un grupo de espontáneos ha decidido que tu salón es su nuevo loft y que, en un giro inesperado, no solo no puedes echarlos, sino que encima tienes que pagarles los gastos. Sí, sí, lo que oyes. Y si te quejas, eres un facha. La magia del progreso."
Tu ancestro se quedaría ojiplático, posiblemente con ganas de empalarte por hereje, empuñando una antorcha y con ganas de prenderle fuego a todo, pero qué le vamos a hacer. Es lo que hay.
Y es que como ha cambiado la vida hablando de evolución, ¡qué curioso! En 1502, si llegabas a los 40 años, ya eras un venerable anciano, digno de ser esculpido en mármol. Hoy en día, los 40 son los nuevos 20! Y si no mira la cantidad de milfs y sugar daddy que hay por ahí, la esperanza de vida ronda los 84 años. Si a tu tatarabuela le hubieras dicho que con un par de pastillas puedes sobrevivir a casi todo, habría pensado que estabas poseído. Bueno, en realidad, si le hubieras hablado de un teléfono sin cables también lo habría pensado, pero eso es otro tema.
Ahora bien, en el pasado había ciertos problemas… pero oye, no hay nada como el progreso, ¿verdad? Por ejemplo:
En la antigüedad te explotaba el terrateniente y ahora…. Uy, espera, esto sigue igual, pero ahora con contrato temporal.
No, mal ejemplo, antiguamente había un ente superior, en aquella época era la iglesia que te mandaba y te decía lo que tenías que hacer y pensar y en cambio ahora… Bueno, ahora es Twitter, el gobierno o un influencer con nombre impronunciable.
No, a ver, espera, antes el señor de las tierras te cobraba unos diezmos que casi no te dejaban vivir y sin embargo hoy en día… ¡Ah no! Que eso sigue igual, pero con Hacienda llamándolo “progresividad fiscal”.
Espera, no, a ver antes, las clases sociales estaban muy diferenciadas, estaba una pequeña élite de nobles y debajo todo el populacho, por el contrario, hoy….
Uy, que mal me estoy explicando eh, a ver hace muchos años, si pensabas o tenías ideas contrarias al rey o al noble de turno, te torturaban en la plaza del pueblo, hoy en día… bueno, solo te despellejan figuradamente en redes, te cancelan, te despiden, te borran las cuentas, vamos que esperan a que te quites tu solo de en medio. Mucho mejor, mucho más humano que la tortura delante de todos. No?
En definitiva, parece que hemos avanzado en tecnología, medicina y en la cantidad de tipos de leche vegetal disponibles en el supermercado, porque es muy importante que puedas elegir entre avena, almendra, soja, arroz y la esencia pura de los sueños de un unicornio vegano. Pero en lo que realmente importa… bueno, digamos que hemos sustituido la Edad Media por una versión moderna, más burocrática y con menos armaduras, pero con la misma esencia.
Eso sí, antes, si cometías un crimen, te cortaban una mano, te colgaban en la plaza o te metían a pudrirte en un lúgubre calabozo. Hoy en día, si te portas mal… pues nada, tranquilo, un par de años de prisión (con mala suerte), tele de plasma en la celda, y quién sabe, igual hasta te sale una paguita por “reinserción”. ¡Los derechos del criminal son sagrados!
Así que sí, ¡viva esta Edad Media con Wi-Fi!. Ahora, si me disculpáis, voy a ver si encuentro algún punto de la historia en el que las cosas realmente fueran diferentes. La misma piedra decían…
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